Este es el inicio de una serie de acciones obvias y no tan obvias que debería hacer un gobierno para que pudiera ser considerado católico
El gobierno se refiere a la o las personas que ejercen el ejercicio del poder en una nación, en la actualidad (según el sistema democrático y en la mayoría de las naciones) serían los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Sin embargo considero que el mejor tipo de gobierno y en el cual es más fácil que se ejecuten todas estas medidas gubernamentales es en una Monarquía a usanza del Antiguo Régimen, sin descontar otros casos tales como la república durante el gobierno del Dr. Gabriel García Moreno.
Algo obvio para empezar: Un gobierno católico debe penalizar el aborto inducido, así de simple, sin especificar condiciones como la violación, peligro de vida de la madre o cualquier otra excusa, quedando claro que las penas se aplican a las personas que están directamente involucradas en cualquier aborto inducido.
La verdadera motivación de que los católicos estemos en contra del aborto:
- No es debido a que sea feo ver un cuerpecito hecho pedazos y bañado en sangre,
- No es debido a que juzgamos que el niño por nacer sea sujeto de derecho civil o penal,
- No es debido a que pensemos que el niño por nacer podría ser un gran genio, científico o gobernante.
La verdadera razón de que los católicos estemos en contra del aborto es que desde el momento de su concepción desde que no es más que una célula, ya tiene alma, así pues recordamos lo que ha dicho nuestro Señor Jesucristo:
"En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis." (Mat. 25, 40)
También que el "nasciturus" es nuestro prójimo a quien, debemos: Amar como a nosotros mismos.
"Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros." (Jn. 13, 34)
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